jueves, 18 de febrero de 2010

Comentario de Alicia Naya a los poemas de Rubén Bonifaz Nuño (Luz que regresa. Visor)

Yo, el de las cartas sin destino
el de palabras no creídas
el que siembra en lo oscuro, te lo pido.
                                                                      Rubén Bonifaz

Ningún otro poeta, ha despertado en mi, tanta ternura y me ha llevado a desear ser a la vez; amante, heroína o madre. Encuentro que es de una generosidad enorme en el amor, este poema, es casi una oración;

“Dios te salve”
(…)
Que permita que vivas como eres
que mi amor no te duela,
y que sea siempre esperada
el fruto de tu vientre

                      (De Imágenes) -Pag. 29-

El poeta es, a veces héroe, otras, la amante es la heroína.

(...)
Y, si en vértigo de abismo
Tu pelo se desmadeja.
Todavía, con brazo heroico
Sostienes a tu pareja.

                                 Ramón López Velarde

“Rosa primera, flor de flores”
(...)
Y al partir la noche, da la estrella
para cruzarla a salvo; alianza
y amor de contrarios establece;
estrella en si misma y consagrado
soporte, en si misma, de la estrella
                                       (De La flama en el espejo) -Pag.99-

“La que sabe y puede, la que sola”
se atreve y tácita se guarda;
la que en la oscuridad temida
el sol regenera con la espada,
descubre los puentes de la música.
(...)
Como el ángel guardián, no cesa
ni desampara, y descendiendo,
espíritus de amor infunde.
(…)
                                (De La flama en el espejo) -Pag. 108-

“Te abraza la lluvia en su descenso”
(…)
Llueve y e afano. Tú me abrazas
en mi caída; me descifras
(…)
                                (De El templo de su cuerpo ) -Pag.162-

Otras veces, oímos resonancias de El cántico espiritual de San Juan:

“Hay un asombro silencioso”
(…) , y en sus ojos
amor es la única respuesta.
(…)
Lumbre sin humo que en su centro
-sin consumirse- se alimenta
(…)
                                    (De La flama en el espejo) –Pag. 104-

“Habla; y en su lengua persevera”
(…)
Maduros esplendores cálidos;
cintura de llamas que no queman
(…)
Ya conducido por su mano,
de claras almenas protegido,
colmado, junto y en silencio
(…)

Rubén, poeta de una vastísima cultura poética y una sensibilidad exquisita para la BELLEZA, termina este poema con dos versos que te instalan de inmediato en el paraíso.

Aroma oscuro de manzanas
huerto de granados florecidos.

                                (De La flama en el espejo) -Pag. 107-

Hay poetas, que se conforman con crear un cauce artificial para depositar en él, sus palabras, sus versos; en Rubén, esto no parece suficiente y busca, un momento especial, un relámpago, que haga, que las palabras circulen por él haciendo cauce.:

“En el instante, ella se sabe”
inmortal ahora, sola dueña
del solar claramente de relámpagos
que abrasa, abierto, y que fulmina.
(…)
                                 (De La flama en el espejo) –Pag.114-

Y, por último, una de las descripciones poéticas mas hermosas sobre la mujer:

“Qué absurdo, que imposible”
(…)
¿En dónde, dime, entonces
esconderías el amor, tu orgullo
de estar perdidamente loca,
tu corazón infatigable,
tu corona de llamas, tu costumbre
de estar haciendo luz a todas horas?

Gracias Rubén por tu generosidad, por que tantos momentos únicos que te has permitido sentir, no se pierdan en el olvido, como este atardecer.

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